Con aplomo, precisión y sacrificio Rojas, Funes Mori y Villalva marcaron ante un opaco Boca sin alma y alzaron la Copa Desafío. El desafío de Astrada será darles rodaje y tiempo para ver si se pueden hacer cargo de poner al millonario en los primeros planos y comenzar a suplir las obligadas y recurrentes ausencias de Ortega y Gallardo.

Con aplomo, precisión, sacrificio y la actuación descollante de tres jóvenes baluartes River fue superior a un opaco Boca sin alma y se quedó con la Copa Desafío, tras derrotarlo esta noche por 3 a 1 en un superclásico disputado en el estadio José María Minella de Mar de Plata.

El paraguayo Rodrigo Rojas puso en ventaja a River a los tres minutos del primer tiempo y Martín Palermo lo empató en forma transitoria para los "Xeneizes" a los 30.

Gabriel Funes Mori y Daniel Villalva, a los 10 y 19 minutos del complemento pusieron cifras definitivas para el "Millonario".

Rojas tomó un pase en profundidad por la derecha del ataque, superó la línea de Morel y Rosada, sacó provecho del desacople rival y, pisando el área, remató fuerte de derecha, colándose la pelota por debajo del cuerpo de Abbondanzieri.

A los 12, el "Pato" Abbondanzieri impidió una nueva caída de su valla, al tapar un mano a mano a Villalva, que había ensayado una buena pared con Funes Mori.

Pese a irse al vestuario con el empate con otro tanto del magistral e interminable Martín Palermo
los pibes de River no se amilanaron. Es más salieron a jugar con mayor aplomo, entrega y precisión que en la primera parte.

La primera jugada del complemento fue una muestra de lo que vendría: "horror" compartido entre Muñoz y Cáceres, usufructuado por el "chiquitín" Villalva, quien mano a mano con el "Pato" sacó un zurdazo que pegó en el palo.

El gol llegó a los 10 minutos, cuando Funes Mori -que estaba en posición adelantada- cabeceó tras un centro de Abelairas y Abbondanzieri dejó un rebote corto, de vuelta para la cabeza del atacante, que mandó la pelota al fondo de la red.

Cuando se jugaban 19 minutos, Villalva ensayó una pared con Rojas, fue a buscar la devolución, dejó atrás a Morel y definió con clase, con pierna derecha.

Los minutos restantes fueron una eternidad para Boca, que no lograba reaccionar y sufría en cada avance riverplatense, que contó además con más situaciones para ampliar la diferencia.

Entre el "Pato", que se repuso en el final, y la falta de puntería de los puntas riverplatenses, impidieron la concreción de una goleada.

Sin Ortega ni Gallardo. Y de la mano de Rojas, Villalva y Funes Mori. De la mano de los pibes.

Jueves, 21 de enero de 2010