La Bolsa de Nueva York cerró ayer en su nivel más bajo en casi dos años después de que el Dow Jones de Industriales, su principal indicador, bajara en un solo día más del 3 por ciento.
Ese índice, que agrupa a los valores más sólidos de la bolsa (los blue chips) perdió ayer 358,41 unidades, lo que supone un descenso del 3,03 por ciento que lo dejó en 11.453,42 puntos y con todos sus valores en rojo. Ese índice está en el nivel más bajo desde el 11 de septiembre de 2006, después de haber perdido más de 1.100 puntos este mes.
El mercado tecnológico del Nasdaq cayó también el 3,33 por ciento (79,89 puntos) hasta los 3.321,37, después de mover durante la sesión 2.304 millones de títulos. El S&P 500 perdió el 2,94 por ciento para cerrar en 1.283,15 puntos y el NYSE descendió el 2,54 por ciento y acabó en 8.640 puntos, luego de gestionar la compraventa de 1.535 millones de acciones.
Los inversores se dejaron arrastrar hoy por una fuerte corriente vendedora motivada por el reincidente encarecimiento del petróleo (que ayer superó los 140 dólares por barril en Nueva York y Londres) y por las agoreras previsiones difundidas por varias empresas de sectores como el consumo, los automóviles y las nuevas tecnologías.
Tampoco ayudó que el Gobierno estadounidense difundiera ayer datos macroeconómicos del primer trimestre (crecimiento del 1 por ciento e inflación subyacente del 2,3 por ciento), que revelaron que la economía está en apuros, cuando se acerca el primer aniversario del estallido de la crisis de las hipotecas de alto riesgo.
Entre los sectores más castigados destacó el financiero, cuyas bajadas, que en conjunto superaron el 4%, se vieron jalonadas por la reducción de la calificación atribuida a los intermediarios financieros estadounidenses por parte del Goldman Sachs.
Así, destacaron por sus pérdidas en el ámbito financiero Citigroup (-6,26%), que fue el valor de más actividad de la jornada, Bank of America (-7%) y Countrywide (-3,5%), así como en el automovilístico Ford (-3,24%) y General Motors, que cayó el 10,77% y sus acciones se quedaron en el nivel más bajo desde 1955.
Para empeorar las cosas, Goldman Sachs había recomendado previamente a sus clientes vender los títulos de Citigroup y General Motors en previsión de futuros problemas financieros.
A ello se sumó la publicación de previsiones de resultados económicos poco optimistas por parte de empresas como Research In Motion, responsable de BlackBerry (que cayó el 13,26 por ciento), Nike (-9,8%) y Oracle (-5%).
Esta última, fabricante estadounidense de software, caía pese a haber presentado el miércoles después del cierre del mercado sus resultados anuales, que reflejan un incremento del 29% en su beneficio y del 25% en su facturación.
Otro sector muy castigado fue el de las aerolíneas, que perdieron en conjunto el 3,6 por ciento, después de que cinco fueran multadas por fijar precios entre ellas. Las aerolíneas atraviesan un difícil momento debido a la creciente competencia y a la subida de los carburantes por el encarecimiento del crudo.
Jueves, 26 de junio de 2008